SIN CANALES DE COMUNICACION

“En nuestra frágil democracia los ciudadanos no tenemos canales de comunicación con nuestros mandatarios”. Vaya que tiene razón Sandra de Barraza, al escribir el anterior fragmento, el viernes pasado en la Prensa Gráfica. En nuestro blog anterior, precisamente hablábamos sobre esto: en El Salvador no hay espacios, ni medios donde la población pueda expresarse.

Esta columnista de la Prensa Gráfica, en su artículo “Es hora de limpiar la mesa”, hace afirmaciones muy interesantes, y en algunas me proclamo de acuerdo con ella. La primera, la vemos al inicio de este blog.

La segunda es muy interesante, Barraza afirma que la administración pública no está acostumbrada a rendir cuentas exactas y claras. Muy de acuerdo con ella, todos y todas sabemos que hasta la fecha, después de firmados los acuerdos de paz, ninguno de los cuatro gobiernos del país ha presentado un informe claro de su gestión. Por lo menos a mí, me queda la duda: ¿estará el dinero siendo ocupado para lo que se tiene que utilizar, o llega a manos que donde no tendrían que estar?

Ya es hora que el pueblo salvadoreño no se quede de brazos cruzados; debe crearse la costumbre de hacerse escuchar. Pero, tiene una gran tarea por delante, porque primero debemos crearnos de espacios donde nos podamos hacer sentir, ya que como expresa la columnista: “tenemos el derecho de demandar que el Estado funcione para lo que debe, velar y garantizar el bien común”.

Es interesante, ver como el tema del transporte público insita a opiniones como las anteriores. La semana pasada y esta hemos escuchado diferentes opiniones a través de los medios sobre el famoso subsidio para los transportistas. Como asegura esta columnista, el gobierno siempre le da largas a este asunto, parece que con cada decisión tomada sobre este tema le estuviera dando un dulcito al niño para que se tranquilice. ¿Cuántas amenazas y anuncios no hemos escucho de los transportistas sobre el alza del pasaje, en años anteriores?, ¿Qué ha hecho el gobierno?, pues a simple vista quizá nada. A estas alturas el Estado debería de haber creado un plan para este tipo de situaciones; en especial deberían de crearse un plan para el sector de transporte público y llegar a un acuerdo con ellos.

El tema del transporte público es uno de los tantos, donde el gobierno se desentiende y actúa con ineficiencia e ineptitud, cómo no va a hacerlo, si al final el único afectado es cada miembro que compone este país. Es justo y necesario que tomen decisiones rectas, claras y exactas, dejando atrás los intereses individuales o particulares y poniendo de verdad en primer lugar al pueblo salvadoreño. Como diría Sandra de Barraza “no olvidar que la razón de ser de las instituciones públicas es, simple y sencillamente, el bien común.

Termino este artículo, haciendo una exhortación a las personas: es hora de empezar a movilizarnos, de hacernos escuchar, porque solo así podemos ir creándonos espacios de opinión verdaderamente públicos y crear una verdadera democracia, pudiendo hablar así plenamente sobre la libertad.